martes, 30 de abril de 2013

Quimioresistencia

Quimioresistencia

Se denomina así a la resitencia que desarrollan cepas de organismos patógenos a determinados fármacos que usualmente son letales para su especie.
Es un fenómeno de carácter genético y heredable. Cuando una población de seres vivos tienen individuos con algún gen que le permiten una mayor resistencia a una determinada sustancia tóxica que al resto de la población, esta puede ejercer una fuerte presión selectiva si se recibe en dosis tales que sea más letal para estos últimos. Los individuos resistentes tendrán más probabilidad de sobrevivir, reproducirse, y transimir el gen a sus descendencia, de modo que aumentará el porcentaje de la población resistente a esta dosis.
Las mutaciones sucesivas de dicho gen, o la variabilidad génetica que permitan que algunos inviduos hereden distintos genes que otorgen resistencia al tóxico de forma sinérgica, permitirán la adaptación progresiva de un organismo al tóxico mientras esxista esa presión selectiva, alcanzando muchas veces la resistencia total o a dosis muy altas.
Es sobre todo conocida la quimioresistencia que han desarrollado muchas bacterias, sobre todo en ambientes hospitalarios, a diversos antibióticos en pocas décadas, de modo que actualmente son muy difíciles de combatir. Es por tanto un problema sanitario colosal, ya que la capacidad del hombre por desarrollar nuevos antibióticos parece muy inferior a la velocidad con que las bacterias se adaptan a ellos.
Nótese que si la dosis tóxica de un antibiótico fuera tan baja que no produjera mortalidad ni afectara la reproducción, o tan alta que fuera generalmente letal para los individuos con dicho gen, no existiría esta presión selectiva. A nivel práctico, el problema de la quimiorresistencia no comienza cuando se produce la mutación que otorga cierta resistencia a un médicamente. El problema aparace cuando esa mutación llega a ser muy común en la población, porque se le ha sometido a condiciones en la sólo los portadores de esa mutación sobreviven usualememte. Además, si el gen no está ya en el 100% de la población, la sutuacción puede ser reversible. Si las condiciones cambian, los invidiuos no resistentes pueden volver a ser predominantes al cabo de unas generaciones, de modo que un medicamenteo cuyo uso se abandonó por el problema de la quimioresistencia, puede vover a usarse de nuevo con cierto grado de eficacia.
El problema no es exclisvo de los bacterias. Numerososos parásitos también han desarrollado resistencia a an tiparasitarios antihelmínticos e insecticidas. En el caso de ácaros, como Varroa, han logrado tolerar dosis de tóxicos que serían letales para la mayoría de los individuos de una población normal de la misma especie. Esto pasó en mediados del siglo XX con insectos como las langostas, que fueron conbatidas en exceso con DDT y Gamexane, logrando en la década de 1950 a 1960 alimentarse del producto puro, el cual ya no era tóxico para la especie. La apicultura es una de las tantas actividades que desarrolla el ser humano, donde ectoparásitos que atacan a las abejas melíferas, alcanzaron la resistencia a productos como el fluvalinato, piretroide que en un comienzo lograba un 100 % del control del ácaro Varroa. La bibliografía hoy describe resistencia a otros productos como el amitraz, el coumaphos, la flumetrina, y muchos antibióticos utilizados para el control de Loque americana y Loque europea.
La aparición de resistencias está muchas veces ligada al mal uso de los medicamentos y plaguicidas, entre los cuales podemos enumerar, tanto para el tratamiento de una persona con faringitis como de una colmena de abejas, lo siguientes:
  • No respetar la dosis recomendada (formulaciones caseras o artesanal incorrecta de los principios activos, aplicación por pesonas carentes de los conocimientos adecuados, etc.)
  • Permitir períodos de exposición al medicamento prolongados (tratamientos continuos o preventivos, generalemtne innecesarios si se realiza un control de la presencia del agente patógeno, o un control adecuado sobre la eficacia del tratamiento curativo)
  • Falta de rotación de productos tóxicos, utilización ecxesiva con un mismo producto. La rotación disminuye la presión selectiva dque pueda ejercer un fármaco determinado, al espaciar sus tratamientos, y por otra parte, el efecto que pueda tener es parcialmente anulado por el siguiente que actúa por igual tanto en organismos sensibles como resistentes al primero. En realidad esto sólo retrasa el problema, ya que finalmente, cuando existan aparezcan organismos resistente varios fármacos, la rotación sólo conseguirá seleccionar a los organismos multirresistentes.
Es un fenómeno en el que una parte de la población de individuos toleran las dosis que para el resto de la población de la misma especie son letales. Se debe recordar que la resistencia se transmite genéticamente entre una generación y otra.
Se han descripto diferentes tipos de resistencia para los insectos que seguramente son válidos también para los ácaros:
  • Resistencia metabólica: el insecto presenta mayor capacidad para degradar y eliminar el compuesto tóxico.
  • Modificación del nicho de acción: los acaricidas actúan en lugares específicos del sistema nervioso del ácaro que estamos atacando. Una alteración de ese sitio hace que el pesticida aplicado no pueda actuar y disminuye de esta manera su acción letal.
  • Penetración reducida: se ha comprobado que este fenómeno asociado seguramente a otros mecanismos, se debe al engrosamiento de la cutícula del ácaro que impide la penetración de los productos que actúan por contacto.
Por el momento se ha determinado solo la resistencia ante este activo, pero el uso indiscriminado de productos caseros nos llevará a situaciones similares frente a otros activos como el coumaphos, el amitráz y la flumetrina. De esta forma, la lucha contra varroa irá acompañada de una permanente aparición de productos a los que en un plazo más o menos prolongado el parásito se hará resistente, teniendo que ser sustituido por otro nuevo.
Frente a esta situación, resulta imprescindible que el apicultor comience a evaluar de un modo más certero la verdadera eficacia de los productos que utiliza.

 

Amitraz

Amitraz

Presenta dos formas de aplicación:
  • de acción inmediata: llenar el recipiente plástico del gasificador con la solución, encender el gasificador y llenar de humo la serpentina. Cuando la temperatura de la solución es la adecuada, el humo saldrá blanco y denso. En este momento se inyectan 1 o 2 bombeadas. Repetir el tratamiento a los siete días.
  • de acción prolongada: Colocar 10cc. de la solución en un recipiente y colocarlo sobre los cabezales de la cámara de cría. Por la bioventilación provocada por las abejas, el producto se liberará lentamente en un lapso de 8 a 10 días.
  • Laboratorio Lavet SRL
  • Principio activo: Amitraz 2,05 g %
  • Certificado de Senasa Nº 84.124 

 

  • Se debe rociar 50 cc. de la solución dentro del ahumador sin dejar de accionar. Cuando comienza a aparecer humo blanco y denso, se inyectan seis bocanadas por alza, no siendo necesarias más de 15. Se puede repetir el procedimiento dos veces con un intervalo de 5 a 6 días. Es preferible realizar el tratamiento cuando la colmena presenta la mayor cantidad de abejas (primeras o últimas horas del día). No es necesario tapar las piqueras.
  • Laboratorio Lavet SRL
  • Principio activo: Amitraz 1,25 g %
  • Certificado de Senasa Nº 88.143 

Antiguamente se contaba con tiras plásticas de liberación lenta que contenían este activo (ApiVar). Si bien en muchos países todavía cuentan con ese producto, en Argentina se lo retiró del registro.
En Europa aún se comercializa el ApiVar. En Estados Unidos también se comercializa uno bajo el nombre de Miticur. Artesanalmente se lo utiliza impregnado en tablitas de madera o en tiras de cartón.

Acaricida

Acaricida

Compuesto químico utilizado para matar ácaros, (ejemplo: Varroa) normalmente, mediante la inhibición de enzimas vitales. Los iacaricidas tienen importancia para controlar plagas de la agricultura y ganadería, siendo numerosas las especies de ácaros que afectan el reino animal y vegetal. 

Al incrementarse considerablemente durante los últimos diez años las prevalencias parasitarias, y a la progresiva disminución de la susceptibilidad de los ácaros a los agentes químicos utilizados, las preguntas que se plantea el apicultor con el paso del tiempo es cuándo tratar y con qué tratar. Nadie tiene hoy la "receta" precisa.
Control químico: podemos definir como un producto químico "perfecto" a aquel que no altera el funcionamiento interno de la colonia, que es práctica su aplicación, el que presenta mayor eficacia con la menor cantidad de aplicaciones, que no signifique un riesgo de contaminación de la miel y la cera, y que no sea perjudicial para la salud humana. Por último hay que agregar quizás la más importante de las variables: que el producto sea de bajo costo.
Existen varios métodos para el control de la varroasis mediante diferentes productos con distintas formas de acción y elaborados con diferentes principios activos.
Hasta el momento existen en apicultura las siguientes formas de acción de los productos acaricidas:
  • Sistémicos: Ingeridos por las abejas. Por medio de la hemolinfa, produce la muerte de los ácaros que se encuentran sobre las abejas adultas.
  • De contacto: También eliminan solo las varroas de las adultas, pero quedan dentro de la colmena por más tiempo y permanecen activos durante todo el ciclo reproductivo de las varroas.
Las formas de administración pueden clasificarse en:
  • Humos o gases (Fumígenos): Son volteadores de ácaros que se encuentran parasitando abejas adultas. Se aplican por medio de gasificadores o con el ahumador.
  • Por evaporación: Así actúan las sustancias orgánicas. El riesgo que se presenta al utilizar estos productos es la alta toxicidad que presenta sobre las abejas en caso de que su evaporación no pueda controlarse correctamente.
  • Solución: Hay ciertos productos que se aplican puros en recipientes dentro de la colmena y gracias a la bioventilación producida por las abejas, se difunde. También puede mencionarse dentro de este grupo a los que se aplican en el jarabe para su acción sistémica.
Los principios activos utilizados por el momento son:
  • Amitraz: Es una Formamidina. Actualmente se encuentra registrado el COLMESAN - Ahumado. También existe el COLMESAN - Solución que se aplica por medio de un gasificador. Antiguamente se contaba con tiras plásticas de liberación lenta que contenían este activo (ApiVar). Si bien en muchos países todavía cuentan con ese producto, en Argentina se lo retiró del registro. En Europa aún se comercializa el ApiVar. En Estados Unidos también se comercializa uno bajo el nombre de Miticur. Artesanalmente se lo utiliza impregnado en tablitas de madera o en tiras de cartón.
  • Fluvalinato: El nombre comercial del producto elaborado en base a este activo y cuyo uso está autorizado, es Apistan. Artesanalmente también se utiliza este activo impregnando diluciones de 1:60 o 1:40 o 1:20 en tablitas de madera o cartón con los producto Klartan o Mavrik.
  • Flumetrina: Se trata de una piretrina, similar al fluvalinato y a la acrinatrina. También se presenta en tiras plásticas de liberación lenta. Está resgitrado en SENASA bajo el nombre comercial Bayvarol. También se comercializan tablitas de preparación artesanal impregnadas con este activo.-
  • Coumaphos: Este activo corresponde a un fosforado con el que antiguamente la firma Bayer formulaba el producto comercial Perizin para el control de la varroasis de las abejas. Este producto hace ya varios años que se retiró del mercado pero sin embargo hay otros productos veterinarios formulados con la misma droga aunque su uso esta autorizado para el control de pulgas y garrapatas en perros y gatos. Este producto es el Asuntol y desde hace muchos años los apicultores lo usan en preparaciones artesanales.
En los EE. UU. Se ha registrado un producto elaborado en base a este activo impregnado en tiras plásticas de liberación lenta.
  • Cimiazol: El nombre comercial del producto elaborado con este activo y que se encuentra registrado en SENASA es el Apistol.
  • Bromopropilato: Folbex, es el nombre comercial del producto formulado con este activo. Se presenta en tiras fumígenas que se deben encender dentro de las colmenas.
Sustancias Orgánicas
Al aplicar estas sustancias se deben tener en cuenta muchos factores. Ningún producto orgánico puede compararse en rapidez y simplicidad con los químicos. Generalmente no alcanzan a estos en eficacia y sus resultados son variables.
La evaporación o sublimación de las sustancias orgánicas dependen principalmente de dos factores:
  • La temperatura de la colmena que a su vez está influenciada por la temperatura ambiente.
  • La naturaleza y dimensiones del dosificador utilizado.
Se utilizan ácidos orgánicos como el fórmico, oxálico y láctico que presentan un buen volteo del ácaro.
  • Ácido fórmico: El ácido fórmico es un compuesto químico orgánico que se encuentra en la naturaleza, en la miel, en las frutas, en la picadura de hormigas. Por el momento, el único producto registrado elaborado en base a ácido fórmico es el BeeVar. Artesanalmente se han ensayado diferentes métodos de administración de ácido fórmico obteniendo resultados variables. Entre ellos se puede mencionar la aplicación directamente mediante esponjas impregnadas, se han diseñado evaporadores de diferentes características. Al ser un producto tan inestable, son variables los porcentajes de eficacia logrado con rangos entre el 50 y 90%.
  • Ácido oxálico: También se encuentra en la naturaleza en algunas plantas y frutas. El SENASA está a punto de otorgar la autorización de uso y comercialización del OxaVar, formulado con este ácido orgánico. También, al igual que otros ácidos orgánicos, se utiliza el oxálico de manera artesanal. Existen varios métodos para su administración. Entre ellos el de evaporación y el de aspersión.
Otro grupo de sustancias orgánicas utilizados para el tratamiento de varroasis lo constituyen los aceites escenciales. Entre ellos podemos citar el aceite esencial de limón, de anis, el timol, eucaliptol, y mentol. Se aplican en soluciones líquidas preparadas con diferentes sustratos como vermiculita o tablitas. Su poder de volteo es sensiblemente más bajo que los otros productos. En base a algunos de estos aceites más ácido cítrico y ácido oxálico, se ha registrado en el SENASA un producto llamado Bienenwohl, pero se lo clasificó como sustancia estimulante de la limpieza y no como acaricida. En Europa, concretamente en Italia se desarrolló el Api-lifeVar, formulado con timol, mentol, eucaliptol y alcanfor.
Artesanalmente se preparan métodos de administración de estos aceites. El más utilizado es el timol.
  • Vaselina: A partir de investigaciones orientadas a buscar tratamientos alternativos para el control de la varroa y en lo posible mediante productos inocuos que garanticen la calidad y sanidad del producto, se descubrió que la vaselina bloquea el sistema respiratorio de los ácaros, produciéndoles la muerte por asfixia en menos de tres minutos. A partir de esto, se iniciaron diferentes ensayos para determinar cuál era la mejor forma de administración de la vaselina. Así se llegó a los cordones de algodón impregnados, combinando con pulverización de vaselina líquida.
  • Dr. Vet. Mariano Bacci SENASA

Flumetrina

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Flumetrina

Cuando en la década de 1970 comenzó a perfilarse la gran amenaza que constituía la varroa, los biólogos de Bayer reaccionaron rápidamente y se dedicaron a analizar principios activos ya existentes para comprobar su posible potencial para combatir a los ácaros. Hasta el día de hoy han seguido investigando sustancias muy prometedoras, en estrecha colaboración con expertos apícolas pertenecientes a instituciones independientes de investigación. «El mayor problema es que las abejas y los ácaros pertenecen a especies biológicamente bastante similares», explica Heine. «Tenemos que encontrar sustancias que sean capaces de matar a los ácaros con sólo pequeñas dosis, pero que no sean peligrosas para las abejas ni siquiera en dosis más altas.»
Bayer tiene dos productos importantes para el control de Varroa, el pimero es el Coumaphos y el segundo producto importante pertenece al grupo de los piretroides, de uso muy extendido en fitosanidad. Se llama flumetrina, y su efecto sobre los ácaros se puede describir como inhibidor de la conducción de estímulos nerviosos. El producto se aplica en tiras de plástico denominadas Bayvarol®. A finales de verano, cuando las abejas ya no producen más miel, los apicultores cuelgan durante seis semanas las tiras en las colmenas. Cuando las abejas pisan las tiras, asimilan al mismo tiempo pequeñísimas cantidades de flumetrina, repartiéndola por toda la colonia mediante contacto corporal. Krieger explica: «Es muy importante que las tiras permanezcan colgadas entre cuatro y seis semanas, porque sólo de esa forma se garantiza también que quede eliminada la próxima generación de ácaros. Y es que la siguiente generación de ácaros tarda 14 días en salir».
En el caso de la flumetrina, el principio activo de Bayvarol®, la resistencia de los ácaros se ha convertido en un importante problema en diversos lugares. «El afortunado hecho de que nuestro producto resulte efectivo en cantidades mínimas también implica, por otro lado, un riesgo», explica Heine. Nos cuenta que la flumetrina ejerce una enorme presión selectiva sobre la varroa, y por eso a los parásitos resistentes les resulta más fácil imponerse. Por esa razón, Koeniger apela al sentido común de los apicultores para que empleen el producto de forma responsable, pues las alternativas reales a los principios activos de Bayer son escasas. El tratamiento con ácido fórmico, por ejemplo, aunque resulta efectivo, tiene el grave inconveniente de que la sustancia ha de estar a una temperatura adecuada (ni muy elevada ni muy baja), puesto que se corre el peligro de que la cantidad de veneno emitida sea insuficiente o excesiva. Así lo explica Heine: «Y en unos casos o bien no mueren los ácaros, o bien el producto puede llegar a debilitar directamente a la colonia de abejas.»
Con el fin de lograr controlar mejor el problema de la varroa, los investigadores están desarrollando nuevos conceptos de tratamiento globales. «Un aspecto vital del nuevo concepto es la alternancia de principios activos», explica el biólogo de Bayer, Krieger. Además de los principios activos clásicos, se prueban también el ácido fórmico, el ácido oxálico y el ácido láctico. Para estudiar las posibilidades efectivas de un programa con varios principios activos, hace varios años que Bayer HealthCare patrocina tests en los institutos de apicultura de las universidades de Hohenheim y de Friburgo. Los investigadores mantienen sometidos a vigilancia en la zona de la Alta Selva Negra algunas colmenas que están afectadas por ácaros de varroa resistentes a Bayvarol®, con objeto de determinar si la resistencia remite al cabo del tiempo, en caso de que no se siga aplicando la sustancia. Parece evidenciarse que las poblaciones de larvas resistentes pierden su inmunidad a la sustancia al cabo de unos tres años después de la última aplicación de piretroides en la colmena.

 

Preuba de eficacia de un acaricida

Preuba de eficacia de un acaricida

Hay una prueba que nos permite evaluar la eficacia del producto que estamos usando para el control de la varroa, de muy fácil aplicación. Consiste en contar con al menos diez colmenas libres de cualquier otra enfermedad, de población y características homogéneas, en lo posible con reinas hermanas y de la misma edad. En cada colmena se colocarán pisos especiales para la recolección de ácaros caídos.
Una vez que acondicionamos las colmenas para el ensayo, colocamos el producto que queremos evaluar siguiendo las recomendaciones de su marbette o de su distribuidor. A las 24 hs. de aplicado el tratamiento, procedemos a retirar los pisos y realizar el conteo de ácaros caídos. Cada 7 días seguiremos tomando muestras de ácaros del piso hasta que finalice el tiempo de acción del producto.
Una vez que llegamos a este momento y registramos la cantidad de ácaros contados en los días de acción del producto, procedemos con el tratamiento de choque que consiste en aplicar dos productos elaborados con activos pertenecientes a grupos farmacológicos diferentes entre sí y al del principio activo de la formulación sometida a evaluación. Una vez aplicado este tratamiento, se tomarán muestras acordes con el tiempo de acción de estos dos productos.
El conteo de ácaros caídos por el tratamiento evaluado más el conteo de ácaros caídos por acción de los productos de choque, nos darán el número total de ácaros presentes en la colmena desde el momento del inicio del ensayo. La eficacia obtenida por el tratamiento se calculará por la relación porcentual entre el número de ácaros caídos por acción del producto a evaluar, sobre el total de ácaros presentes en la colmena.

 

Bromopropilato

Bromopropilato

 El nombre comercial del producto formulado con este principio activo denominado Bromopropilato es Folbex

  • Se presenta en tiras fumígenas que se deben encender dentro de las colmenas.
  • Su acción es humo por contacto
  • Tratar todas las colmenas al mismo tiempo. Solo cuando no se haya formado el racimo invernal y que en lo posible no haya cría. Aplicar cuatro veces 1 tira de Folbex con intervalos de 4 días. Colocar las tiras y encenderlas sin producción de llama. Tapar herméticamente la colmena durante 60 minutos. Asegurarse que haya alimento en el interior de la colmena, que la temperatura exterior no sea menor de 10ºC.
  • Laboratorio Roteh SRL
  • Bromopropilato 370 mg/tira
  • Certificado Senasa Nº 82.891

 

Timol

Timol

El timol (2-isopropil-5-methil-fenol) es una sustancia cristalina incolora con un olor característico que está presente en la naturaleza en los aceites esenciales del tomillo o del orégano. El timol pertenece al grupo de los terpenos. Un isómero del timol es el carvacrol.
El timol es un producto orgánico. Se usa frecuentemente como desinfectante, sin embargo en apicultura se recomienda para el control de la varroasis. Para esto se han diseñado formas de aplicación para liberación lenta mediante elementos que encapsulan el timol. Así también existen formas artesanales en las que se utilizan pequeñas placas o también tapitas de bebidas gaseosas. Para aplicarlo se distribuyen cuatro gramos por colmena en estas tapitas colocadas sobre los cabezales de los marcos.
Se ha argumentado que la efectividad del timol es menor que cualquier otro método, pero también es necesario establecer que las distintas formas de tratamiento deben aplicarse independientemente de su efectividad, pensado que la alternancia de métodos asegura una baja probabilidad de resistencia del parásito a los fármacos que se utilizan.


  • Fórmula: C10H14O
  • Masa molecular: 150,22 g/mol
  • Punto de fusión: 49 - 51 ºC
  • Punto de ebullición: 232 ºC
  • Punto de inflamación: 107 ºC
  • Presión de vapor: 2,5 hPa a 25 ºC
  • Densidad: 0,97 g/ml (20 ºC); 0,93 g/l (70 ºC)
  • Solubilidad: 0,98 g/l en agua a 25 ºC; 1.000 g/l etanol; 1.428 g/l cloroformo
  • LD50: 980 mg/kg (rata) 
Hay constancia que los antiguos egipcios utilizaron ya el tomillo y con ello el timol en la conservación de sus momias debido a sus propiedades bactericidas. Como sustancia fue decubierto en 1719 por Caspar Neumann. La primera síntesis por parte de M. Lallemand data 1842

El timol se obtiene por adición de m-cresol a propeno


El timol se caracteriza por su poder desinfectante y fungicida. Por su sabor agradable está presente en la formulación de diversos enguajes bucales, pastas de dientes etc. Una disolución de 5 % timol en etanol se utiliza para la desinfección dermal y contra infecciones con hongos.
  • En veterinaria se aplica igualmente contra infecciones dermales y para estimular la digestión.
  • En apicultura se usa para combatir un àcaro parasitario de la abeja llamado Varroa.